Cuando las enanas comenzaron a probar alimentos que no fueran la leche materna, tenía mucho miedo a que sus papillas no estuvieran lo suficientemente molidas y que les pasara algo mientras comían. Después de un tiempo me animé y dejé que comieran “sólidos” blanditos que pudieran moler con su lengua y paladar, y pusieran en práctica sus poquitos dientes.
Esta semana compré ricotta y lo primero que se me vino a la cabeza fueron estos muffins, ideales para TODA la familia. Son blanditos, muy húmedos, sin azúcar y el huevo que lleva se puede eliminar en caso que se lo pases a un bebé aprendiendo a comer. ¿Quieres ver de qué se trata?