A veces es difícil lograr que los niños coman todas sus verduras, entonces lo ideal es hacer algo sabroso y muy fácil de comer (¡y preparar!) pero además SANO.
Cuando no tengo mucho tiempo para preparar las verduras frescas (lavar, cortar, picar, etc.) recurro a mis amigas las congeladas. Creo que no tienen nada de malo y en realidad hacen que todo sea mucho más práctico. Para esta receta utilicé verduras congeladas que compro en el supermercado, pero lo que generalmente hago en casa es que al llegar mis pedidos semanales de El Negrito se lava y porciona todo en bolsas herméticas y se guardan en el congelador, cosa que cuando necesite cocinar ya tengo todo listo para mezclar.