Publicado en Vivencias

¿Cómo entrenar a tu bebé para…

Fin de año, corro por todos lados y a toda hora. De cierta manera siento que este año en particular mi espíritu navideño está bien apagado. Quizás Pedro Engel me advirtió el año pasado acerca del año del Mono, o quizás estamos todos un poco más estresados, pero la realidad es que entre tantos «eventos» que nos han dado dolor de cabeza, susto, miedo, rabia, sorpresas, algunas actividades diarias se tornaron mensuales (aló, ¿publicaciones en el blog?)

Bueno, a lo que quiero llegar es a que entre tanta cosa, me ha llamado la especialmente la atención la cantidad de publicaciones en diversas páginas web acerca de «entrenar» a los bebés: a dormir, a dejar el colecho, a un horario, a ir al baño, a que hagan señas si no hablan, a dejar de mamar, a soltar el chupete, etc.

No sé por qué, pero la palabra «entrenar» me provoca rechazo. Sí, los niños necesitan ser guiados para ciertas prácticas y hacer la vida más amena y fácil, pero ¿es realmente necesario tanto entrenamiento?

Ya sabemos que cada niño tiene su propio ritmo, sean estos hermanos, primos o conocidos, todos toditos son distintos ¡qué lindo! Diversidad de personalidades. No les diré yo, que tengo mellizas y son casi polos opuestos, lo único que tienen realmente en común son la familia.

Admito que desde que nacieron las guié a los horarios de esta casa, ellas tenían alimentación a demanda, pero estaba muy claro cuando era de día y de noche. La estimulación era distinta: de día habían ruidos y mucha luz, de noche susurros y nada de luz. Al poco tiempo logré (y digo logré porque las primeras semanas no podía debido a que estaban en lugares distintos) que tuvieran el mismo horario de «comidas» (leche, claro) y eso significó, pese a que eran sistemas digestivos distintos, cambio de pañales casi al mismo tiempo. ¿Por qué esto fue tan importante para mi? Simple: una de ellas tuvo que tomar leche a través de mamadera, eso significó mucho trabajo de extracción y producción de mi parte. Entonces, el poder dar la leche a las dos al mismo tiempo, significaba que entre papa y papa yo tenía una ventana de 1 hora para «descansar».

¿1 hora? ¿Acaso tomaban leche cada 2 horas? No, pero el proceso de dar leche duraba entre 1 y 1:30 hs. Tras dar la papa se muda, a veces se debe mudar dos veces a la misma porque el pañal 1 no fue suficiente, de ahí tocaba extracción de 30 min., y a las 3-4 hs de haber empezado la última papa (porque el tiempo entre papa y papa se cuenta desde que uno parte, no desde que termina de dar leche) vuelta a comenzar. Así que sí, los primeros meses fueron duros. Pero francamente, eso da para otro posteo.

En cuanto a que durmieran toda la noche, no hice algo al respecto. Sentí que si se despertaban a pedir cariño o leche era porque lo necesitaban. Hasta el día de hoy no las he privado de eso y pese a que ha significado algunas noches con poco sueño, creo que ha dado buenos resultados. Lo que pasó fue lo siguiente: una de mis niñas empezó a dormir toda la noche y sola desde los 3 meses, y la otra…no. Con el tiempo, la que dormía toda la noche se fue a su habitación, porque la que despertaba en la noche la molestaba. Así que por un tiempo seguí el colecho para tener a la más peque cerca y atender a sus llamados sin moverme mucho. Con el tiempo también se fue a la pieza con su hermana, pero los llamados siguieron. ¿Por qué seguí sin hacer algo al respecto? Porque seguí pensando que se despertaba con justa razón, la primera semana molestaba a la hermana, pero ya después se acostumbró y volvió a dormir toda la noche. Hoy, dos años y algo después, puedo decir que de la nada y sin previo aviso, duermen las dos toda la noche…11 horas de corrido.

Lo más hermoso de todo, es que este largo proceso fue natural y nos ha permitido dos cosas que valoro mucho: rutina y calma. A la hora de dormir, ambas se lavan los dientes sin chistar, se suben a sus cunas, les damos las buenas noches y se calman solas. A los pocos minutos (tras una serenata que improvisan) se duermen sin estímulo alguno de nuestra parte. Cuando digo calma, me refiero a que no hay pataletas previas, no me dicen que no quieren dormir. Ellas saben que es la hora de dormir y que así es la vida (?) Es un proceso muy tranquilo y que lo cumplen incluso cuando le toca a la abuela. (Maravilloso)

Siento que en ciertos aspectos a los niños hay que dejarlos ser niños. Si quieren más mimos, hay que darle mimos. Si quieren cenar fruta, pues que cenen fruta (entiéndase algo sano, porque si quieren helado les digo que NO sin arrugar la nariz ni caer ante sus miradas de gatos con botas) Si no duermen toda la noche, ya lo harán. Podemos guiarlos y mostrarles un camino más simple, pero al fin y al cabo hay que confiar en su instinto y niñez, y una como mamá o papá debe confiar en el instinto propio.

Me gusta enseñarles a decir gracias y por favor, reglas básicas de convivencia y educación, pero sigo rechazando el «entrenamiento» a ciertas cosas que debieran darse de manera natural. Ahora me encuentro interpretando las señales de si es o no buen momento para sacarles el pañal, y la verdad es que no me complico mucho…en algún momento lo van a dejar, pero no las voy a someter a un entrenamiento rápido de 3 días con planillas y premios si lo logran. Creo en el refuerzo positivo, pero también conozco a mis cachorras y no las veo listas para esto. Quizás en 1 mes más, ya veremos.

Amemos sin medida, respetemos sus decisiones, guiemos por el buen camino, tratemos de entender su lógica, seamos flexibles en ciertas cosas, pero eduquemos…no entrenemos.

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Autor:

Manitos que Comen nace para compartir recetas, vivencias y experiencias desde el punto de vista de una mamá.

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